sábado, 7 de marzo de 2015

ENTREVISTA A GONZALO VIVIÁN. CAMPUS MARÍA ZAMBRANO. SEGOVIA




Para el arquitecto y pintor, la cultura es lo que hace todos os días el hombre, desde que se levanta repite gestos y sobre todo ello va construyendo cultura. En cuanto al arte, la define como la capacidad de realizar algo difícil, y hace la comparación con el hecho de quitarle el hueso a un jamón sin despedazar la carne.

Estos conceptos no son llevados a cabo en el sistema educativo, donde se somete al alumno a un programa sin haberlo visto a él primero, sin conocerlo, por tanto, se podría comparar con un sistema de producción en serie, donde las diferencias y actitudes de cada uno quedan un tanto aplastadas en el olvido. Un grave error, ya que es importante dejar desarrollar las características individuales, y el arte es un hacer individual, preocupado o no por lo que acontece. Si no animamos a nuestros hijos a manifestar sus emociones, e incluso se lo tratamos de impedir, de algún modo estamos destruyendo su vocación, su felicidad, su futuro; por lo tanto, es contra-natura no invertir en educación.

Ser creativo significa ser consciente de lo que te rodea: “un grado de conciencia del individuo sobre la inconsciencia del resto”, y nadie es quien para decir a otro que no tiene capacidad creativa.

Una de las cosas con las que uno descubre su habilidad, es la reiteración: el trabajo constante hace que surja la vocación y la profesión, por lo que no habrá obra sin un previo trabajo. La constancia puede hacer llegar más alto a un supuesto sujeto menos “creativo” que a un segundo supuesto que si lo sea y no sea constante en su trabajo. Existe una palabra que engloba este tema: entusiasmo.

Gonzalo Vivián defiende también la necesidad de hacer una pedagogía de la pregunta en lugar de una pedagogía de la respuesta: es más importante averiguar que saber lo averiguado, ya que el aprendizaje ha de ser libre, lúdico e interesante. Cuando un individuo es sometido a una situación, éste se plantea en preguntas: la pregunta lo justifica.
Además, la creación parte de una pregunta: ¿qué quiero hacer?, ¿cómo lo quiero hacer?, etc... y además, lo hago.


Por todo ello, se debería concienciar a la sociedad desde dentro la importancia de dar un giro a la manera de enseñar -teniendo en cuenta que existen excelentes profesionales que hace tiempo que no se guían por un jerárquico sistema que impone desde arriba, pero son una minoría- de este modo, desde la concienciamiento del individuo se puede progresar, porque éste exigirá más, no se conformará. El conformismo solo tiene como fin la infelicidad. 

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